Angelalex

Mi valoración sobre este restaurante es muy negativa. La comida es bastante floja. El arroz no tenía ningún sabor y el bacalao estaba demasiado salado. Pero lo peor no es la comida sino el trato recibido. A pesar de ir con un carro de bebé nos dieron una mesa en el pasillo sin posibilidad de cambiar aunque el restaurante estaba vacío en esos momentos. El camarero tenía que hacer malabarismos para pasar sin tocar el carro. Cuando se llenó de gente ya que eran fiestas, la obsesión del propietario por ganar dinero le hizo que nos pidiera que nos fuéramos cuando aún estábamos comiendo el postre. Le pedimos que se disculpara y lo hizo rápido y de malas maneras. En Castellón hay decenas de restaurantes mejores.